El colesterol es el
principal esteroide del organismo y se presentan en dos formas:
·
Colesterol Libre.
·
Éster de Colesterol.
El colesterol es un componente fundamental de las
membranas celulares y resulta esencial para la división celular; además es el precursor de otros componentes como los siguientes:
·
Sales biliares, necesaria para la digestión de
la grasas.
·
Las hormonas sexuales: la testosterona en los hombres,
y la progesterona y los estrógenos en las mujeres.
·
Las hormonas corticoides que están implicada en
diferentes funciones fisiológicas, como las que regulan la inflamación, el
sistema inmunitario, el metabolismo de los hidratos de carbono y las que
caracterizan la respuesta frente al estrés.
Por tanto el
colesterol no es dañino en si mismo ya que participa en procesos vitales para
el ser humano, pero un aumento excesivo de sus niveles pueden ser perjudicial. La importante función del colesterol en el organismo explica que todas las
células sean capaces de sintetizar colesterol o captarlo de la sangre a través
de receptores específicos.
En el organismo existen dos fuentes de colesterol:
·
La endógena.
La fuente endógena procede de las células del organismo; casi
todas tienen la capacidad de sintetizar colesterol. Esta fuente cubre,
aproximadamente, el 50 % de las necesidades del colesterol del organismo.
El hígado es el principal órgano productor (10 % del total), junto con los
intestinos, la corteza suprarrenal, los testículos y los ovarios. Esta
producción está regulada fundamentalmente por la cantidad de colesterol
ingerida en la dieta.
La fuente exógena del colesterol se obtiene a través de la
dieta, en la cual ingerimos una cantidad variable de éste. Los alimentos derivados de los animales son
ricos en colesterol, especialmente aquellos que con un elevado contenido en grasas
saturadas, la yema de los huevos, las carnes rojas y el marisco. Las células
del intestino delgado absorben aproximadamente la mitad del colesterol
contenido en la dieta.
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